martes, 29 de junio de 2010

Metro de Madrid, vuela

Pero no hoy, ni ayer, y previsiblemente, tampoco mañana. Tampoco volarán los autobuses, ni los taxis. Bueno, los taxis sí que volarán, pero porque no habrá prácticamente ninguno libre. Que conste que estoy de acuerdo en que la huelga es un derecho que conviene ejercer de vez en cuando, pero equilibrando el derecho a la protesta del trabajador con la necesidad del resto de la comunidad. Y más cuando se trata de servicios esenciales.

El caso es que han conseguido su objetivo: colapsar Madrid, y como efecto colateral, cabrear a sus ‘sufridores’, y de paso, a los turistas. Y todo para nada. Vamos, que aquellos a los que querían presionar dudo que hayan montado en Metro alguna vez –más allá de inauguraciones y actos de elevado postín- y sigue siendo el ciudadano de a pie el que siempre paga los platos rotos.

Supongo que piso la demagogia cuando pienso que el malestar que les provoca a los trabajadores de Madrid la rebaja de su sueldo es una nimiedad si se tienen en cuenta a los cerca de 4,7 millones de parados que esta maldita crisis se ha llevado por delante. Pero admito que hacen bien en exigir que se cumpla lo acordado por la Comunidad de Madrid la patronal y sus representantes. Pero también les pido, les ruego más bien, que midan sus actos, que incumplir los servicios mínimos va en contra de sus intereses, y sobre todo, pone a los usuarios de este servicio, en su contra. Por su respuesta desproporcionada e injustificada.